TESTIMONIO
«Había dejado de pedir ayuda. Ya no hablaba al médico, al terapeuta, ni siquiera al dentista o al farmacéutico, tan acostumbrada a ser juzgada e incomprendida. La par-ayuda me brindó un lugar de palabra libre donde me sentí en seguridad.»
¿POR QUÉ?
Para decir lo que no conseguimos decir en otros lugares, para hacer un paso de lado, intentar descifrar y comprender mejor lo que vivimos, para encontrar consejos para el cotidiano, para las relaciones, para el trabajo. Cosas que nos permitan a la vez mejor respectarnos a nosotros mismos, menos forzar, menos enmascarar, todo siendo mejor comprendidos y respetados por quienes nos rodean.
¿EXACTAMENTE QUÉ?
Ya sea a través del apoyo de la par-ayuda o del coaching de vida racional, el objetivo es brindarle elementos de comprensión y herramientas para favorecer su bienestar, dependiendo de lo que esté atravesando y de su solicitud.
LA PROPUESTA
– Sesión de una hora, individual o en pareja.
– Antes de la primera sesión, aprecio que me envíe un correo electrónico de presentación para mejor prepararme al contexto.
– Durante la sesión en presencial o en videollamada, el formato es flexible. Puede hablar primero o no.
– En caso de videollamada, la cámara es necesaria para la introducción, luego puede apagarla.
– No hay compromiso, hace la o las sesiones que necesite.
– Antes o después de cada sesión, sois libres de enviarme un correo para expresar su experiencia o hacer preguntas.
EL VALOR
64 € IVA incluido (21% de IVA incluido) por sesión.
Reservar mi sesión descubrimiento 20 min gratuita
Reservar mi sesión de 50 minutos
Reservar mi sesión a mitad de precio
Reservar mi sesión con precio de apoyo para otra persona
OTROS LUGARES (fr)
Centro Imind, Lyon pero muchos recursos en línea y seminarios web
Strasand, otro centro de excelencia de TND, numerosos recursos en línea
GNCRA formaciones, kit de com’autismo, directorios, proceso de diagnóstico
La casa del autismo guías prácticas, directorios, etc.
MÁS INFORMACIÓN
El cuidador familiar, es una persona de recurso que brinda su apoyo a la persona en situación de discapacidad, de enfermedad, de dificultad. No siempre es una elección, y, a menudo, se practica solo.
El par-ayudante, familiar, utiliza por su parte su saber experiencial y conocimientos con el fin de acompañar a los que rodean a una persona que vive con trastornos psicológicos. El par-ayudante familiar, al igual que el par-ayudante, ha seguido una formación, en general universitaria.
A diferencia del cuidador familiar, es una decisión personal, independientemente del modo en el cual ejerce.
Este acompañamiento se hace en el proceso de recuperación.
Según la elección del cliente, se puede hacer en relación -o no- con el equipo de cuidadores del ser querido apoyado.
A menudo, la familia siente un fuerte sentimiento de impotencia, o incluso se siente excluida de los cuidados o de la recuperación del ser querido.
La persona afectada, por su parte, se siente culpable de hacer «tanto sufrir» a la familia.
El estado de salud mental del ser querido afecta el estado de la familia.
Sin embargo, la familia, cuando está aquí y con disposiciones, es un recurso invaluable y un apoyo poderoso para el ser querido. Pero puede ser socavada por el sistema.
Al escucharla, al hacerla participar, recupera sus capacidades mediante el apoyo a los cuidadores.
En el contexto del autismo, aún encontramos a veces estos mitos de «la culpa es de la madre» que conducen a un distanciamiento, argumentando de la familia que ella sería «esquizofrénica».
O simplemente profesionales o instituciones en desacuerdo con la implicación de la familia. Se puede observar por preguntas orientadas sobre la educación brindada, el tipo de vínculos emocionales construidos, y que evaden la información que la familia desearía proporcionar
Por otro lado, numerosos psiquiatras y equipos de cuidado observan que implementar, lo más temprano posible y de manera sistemática, la ayuda a los cuidadores, incluso con la integración de un par-ayudante familiar profesional (también llamado mediador par en salud o par-practicante familiar), apoya a la familia, que se vuelve realmente ayudante sin destruirse, y consigue movilizar sus propios recursos de resiliencia.
Los ayudantes, los seres queridos, recuperan el hilo de su hilo y son de nuevo soportes confiables para sus seres queridos.
Encuentran una red, crean vínculos, hablan con personas que comprenden lo que viven.
A esto lo llamamos «empowerment» de las familias. ¡Ya no someterse, sino actuar!
Ponerse de nuevo en una posición de acción.
Lo que es difícil cuando se está solo, que tenemos la impresión de nunca ver la luz al final del túnel y de no estar oído, entendido.
